La institución que preside María del Carmen Fernández Salgueiro realizó por segundo año consecutivo la tradicional misa de difuntos en el hall principal del panteón social ubicado en el Cementerio del Norte de Montevideo.

Allí, además de directivos, socios, deudos y amigos de la institución , también estuvo presente la cónsul general María Victoria Scola.

A Casa de Galicia
Los tarros con la tierra de las cuatro provincias gallegas.

Desatando un nudo en la garganta de quienes le escuchábamos, precisó que “esa es otra de las realidades que celebramos hoy: que tenemos raíces, que tenemos memoria, que tenemos una tierra que es nuestra madre, aunque los padres sean muchos y discutidos, que, si el Miño, el Sil, el Río de la Plata o el río Uruguay; pero nuestra madre sabemos que es una tierra especial”, y prometiendo que al terminar la celebración iban a conocerla.

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El padre Daniel Martínez coloca la tierra.

Martínez sentenció que “hoy es un día de memoria, de acción de gracias y esperanza, porque la otra certeza que nos une es la de que la muerte no termina nada”, afirmando que “si aquí hubiera solo cenizas no significaría nada esta construcción y no habría gente preocupada en defenderla y conservarla para que siga siendo una realidad y un signo.

Al culminar la misa, la gaita de Carlos González comenzó a tocar al tiempo que directivos de A Casa de Galicia llevaban cuatro tarros que estuvieron toda la celebración en el altar, en una procesión hasta el frente del panteón donde cuatro urnas de cristal instaladas en la pared frontal aguardaban solemnemente.

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La cónsul dirigió unas palabras a los asistentes.

Allí fueron volcados las tierras que contenían los frascos de las cuatro provincias gallegas por la cónsul María V. Scola, el padre Daniel Martínez, Mabel Collazo y María del Carmen Fernández, ambas directivas de A Casa de Galicia.

Luego fue la presidenta Fernández Salgueiro quien habló transmitiendo el saludo de la delegada de la Xunta de Galicia, Elvira Domínguez, que no pudo asistir por estar justamente en viaje oficial a Santiago donde recibió también el afectuoso saludo del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda y del secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda.

Tras ella, la cónsul Scola expresó sentirse agradecida porque se siente una gallega más a pesar de ser madrileña, y “de haber asistido a una preciosa misa”, al tiempo que confesó haber sentido una emoción profunda al volcar tierra gallega en la urna que simboliza la tierra de los emigrantes que allí descansan.

Al mismo tiempo el padre Martínez, también agradeció la invitación a celebrar la misa en el panteón, recordando todo lo que están viviendo en Valencia, orando todos juntos por las víctimas de la tragedia que enluta a España.

Agradecemos la Cobertura de Manuel López