Juan Carlos y Sofía una boda por amor hace 50 años – asistieron 143 miembros de 27 monarquías
UNA BODA POR AMOR Los Reyes de España se casaron en Atenas el 14 de mayo de 1962. Fue una boda por amor a la que asistieron 143 miembros de 27 monarquías. Juan Carlos y Sofía se conocieron en el verano de 1954 a bordo del yate Agamenón, un crucero que organizó la reina Federica de Grecia con la intención de que 110 jóvenes de la realeza europea se conocieran. La futura reina de España tenía entonces 15 años, y Juan Carlos, 16. Pero aún deberían pasar unos años para que se hicieran novios. Antes, el Rey frecuentó a María Gabriela de Saboya, mientras que a la Reina la quisieron casar con Harald de Noruega.
Un año después de contraer matrimonio, los entonces Príncipes se instalaron en el Palacio de la Zarzuela, donde formaron un hogar en medio de unas circunstancias políticas adversas y unas relaciones familiares difíciles. Por un lado, Juan Carlos tuvo que lidiar con la incomprensión de su padre, don Juan, que se negaba a aceptar que fuera nombrado sucesor de Franco a título de Rey, y por otro, aguantaron los ataques de los sectores más recalcitrantes del régimen franquista. Sin olvidar las intrigas urdidas por el marqués de Villaverde y Carmen Polo para convencer a Franco de que nombrara sucesor a la Corona a Alfonso de Borbón, marido de su nieta Carmen Martínez Bordiú. Fueron periodos difíciles, según cuenta el periodista Màrius Carol en el libro Un té en el Savoy: «Sofía de Grecia le dio a su marido el coraje y la fuerza necesaria para sobrellevar momentos duros, solitarios, extraños. Juan Carlos de Borbón tuvo la intuición y habilidad de saber maniobrar, acercándose a aquellas personas del antiguo régimen que comprendían que el país debía evolucionar hacia una democracia a la muerte de Franco. En la transición, supo ganarse la credibilidad ante la izquierda que se proclamaba republicana, aceptando que la Constitución rebajara sus funciones, si bien seguía siendo el jefe de las Fuerzas Armadas, lo que fue clave para desarticular el golpe del 23-F».
LA PROFESIONALIDAD DE SOFÍA El Monarca, que definió a la Reina como una «gran profesional» en el libro El Rey, de José Luis de Vilallonga, puso como ejemplo de su buen hacer su actuación la noche del 23-F. Juan Carlos relata que «aquella noche, doña Sofía fue el alma de la Zarzuela. Su calma y serenidad causaron admiración. Se ocupó de todo y de todos. Permaneció a mi lado sin quitarme los ojos de encima, animándome con un gesto cuando hablaba con los capitanes generales».
Uno de los mayores disgustos que ha tenido la soberana, además de la imputación de su yerno Iñaki Urdangarin, fue la publicación del libro La reina muy de cerca, escrito por la periodista del Opus Dei Pilar Urbano, en el que Sofía daba su opinión sobre temas sensibles como los matrimonios gais. «Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios, casarse, pueden estar en su derecho, o no según las leyes de su país; pero que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es…». La respuesta desató la indignación de los colectivos gais y enfadó mucho al Rey, que acusó al personal de la Casa de dejadez de funciones al no haber supervisado adecuadamente las galeradas del libro de Urbano.
Pero a lo largo de estos 50 años los Reyes también tuvieron momentos de sentida unión, como se pudo observar en el funeral de don Juan, donde fueron captados llorando amargamente.
LAS BODAS DE LOS HIJOS La Reina dijo una vez que sus hijos se casarían con quien eligieran. Sin embargo, la prueba de fuego llegó cuando el príncipe Felipe se enamoró de la modelo noruega Eva Sannun, de padres separados. El debate mediático que se generó en torno a la idoneidad de la joven como futura reina de España fue tal que Felipe anunció personalmente el fin de la relación (2001), después de que, a instancias del Rey, Fernando Almansa, jefe de la Casa del Rey, mediara para convencer al heredero.
Felipe aprendió la lección y cuando se enamoró de Letizia Ortiz, no permitió que se repitiera la exposición pública que tuvo Sannun. En La reina muy de cerca, Pilar Urbano cuenta como el Príncipe se lo dijo a su madre: «Mamá, estoy muy enamorado, muy enamorado de Letizia. Me gusta mucho. Me encanta. La quiero y… pienso casarme con ella». La boda del heredero fue otro motivo de tensión entre los Reyes, ya que mientras Juan Carlos mostraba reticencias por la desigualdad entre la pareja, la Reina, más comprensiva como madre, medió para persuadir al Rey. El tiempo ha demostrado que el Príncipe no se equivocó al elegir compañera de viaje, incluso hasta la propia Reina reconoce que Letizia ha cambiado el carácter del heredero, lo ha hecho más abierto y ha ganado en cercanía.
el nódulo PULMONAR DEL REY Fue el momento de salud más delicado de Juan Carlos. El Rey ha pasado nueve veces por el quirófano desde 1981, la mayoría de las ocasiones por problemas derivados de la práctica de deportes. Sin embargo, el 8 de mayo del 2010 saltaron todas las alarmas al conocerse que iba a ser intervenido en el Hospital Clínic de Barcelona para extraerle un nódulo (sin malignidad) del pulmón. Todo fue bien, y la Reina estuvo a su lado mientras permaneció ingresado. Luego, ella se marchó a Madrid y él se quedó en la Clínica Planas para recuperarse.
EL ‘caso urdangarin’ Ha sido el asunto que más ha dañado a la Corona. El goteo de noticias sobre los negocios del duque de Palma a través del Instituto Nóos, por los que ha sido imputado por malversación de caudales públicos, fraude, prevaricación y falsedad documental, obligó a la Zarzuela a poner un cortafuegos con la finalidad de evitar que el escándalo afectara a la institución. Urdangarin fue separado de la agenda oficial por «conducta poco ejemplar» y el Rey aconsejó a los duques de Palma que no viajaran a España para celebrar la Navidad. Según Pilar Eyre, autora de La soledad de la Reina, el Rey culpa a Sofía de haber educado mal a sus hijos y de ahí que hayan elegido consortes inadecuados.
EL Safari de botsuana El accidente del jefe del Estado en Botsuana, donde se rompió la cadera mientras cazaba elefantes, ha añadido un nuevo elemento de tensión en la familia real. El descubrimiento de que el Monarca se había ido de caza en la peor semana de la crisis económica del país generó una oleada de indignación que le obligó a pedir disculpas, un gesto sin precedentes, que sin embargo, consiguió que una parte de los españoles volviera a empatizar con el soberano arrepentido.
Pero la cacería también puso en evidencia un nuevo distanciamiento de la pareja real. La Reina decidió quedarse en Grecia con su familia para celebrar la Pascua ortodoxa cuando había sido informada de la intervención quirúrgica, y apareció en el hospital dos días después para hacer una visita exprés. Es probable que le disgustara la presencia de cierta dama en el séquito del safari y fuera su forma de demostrarlo, aunque como ella misma explicó a Urbano sobre su matrimonio: «El nuestro ha evolucionado hacia una amistad, una fuerte amistad. Yo soy… su compañera. Somos compañeros de viaje. En este viaje vamos juntos y eso no se acaba. Siempre hay amor».