Para conocernos más… Manuel Esmerode Rodríguez.
Manolo. Una vida detrás del mostrador
Don Manuel nació en Prado, Galicia, un 21 de abril de 1943, tiene dos hermanos y una hermana. Sólo él se aventuró primero a venir a América llegando a Uruguay a bordo del buque Monte Urbasa.
El Monte Urbasa, era un barco construido en la Naval de Bilbao, su nombre original era “El Escorial” y podía transportar 390 pasajeros. La travesía duraba cerca de 21 días.
Compartimos estas imágenes de Prado
y la iglesia San José de Prado. Lugar de donde emigraron muchos amigos, cómo Porriño, Cabreiros y otros sitios cercanos. Notar que originalmente la capilla (Foto a la derecha), tenía dos campanas, ahora (con el tiempo), ha perdido una.
Volvemos a la casa de Manolo y el relato de su experiencia.
Un 8 de febrero de 1959. Manolo llega a Uruguay, nadie lo esperaba, solo lo impulsaba su ilusión de trabajar y salir de la difícil situación económica que atravesaba España. Empezó en el almacén “El tropezón”, en la calle Juan M. Pérez, haciendo los mandados en una bicicleta con un canasto delante.
Ha sido muy afortunado y logró en base su trabajo y principal virtud la honestidad, tener varios “Boliches”, algunos ubicados en zonas difíciles de nuestro país. Siempre se supo hacer respetar poniendo límites donde debía y siendo gentil y servicial donde se podía.
Logró llegar a tener 4 bares y eso le permitió luego una buena renta.
Aunque se casó dos veces no tuvo hijos. Se dedicó a trabajar sin tener vacaciones y recién logró ir a visitar a sus hermanos y hermana en Prado, 20 años después. de estar en Uruguay. Recuerda cuando regresó a Bouza a ver a su madre, mandaron matar unos “porcos”, para festejar su llegada.
Su mejor educación la recibió en el boliche tanto detrás, como delante del mostrador y su diversión era ir a bailar a Casa de Galicia, Unión hijos de Morgadanes y Alma gallega, sus instituciones más frecuentadas. Se siente honrado de haber servido siempre al hogar español de ancianos en cada romería. Disfruta siendo buen anfitrión sin dejar que falte nada a la mesa. Hemos compartido una tarde junto a amigos como Gumersindo Novoa en su casa.
