El Club Español de Montevideo festejó sus 131 años realizando una cena con más de 500 invitados donde participó la flamante Cónsul Adjunta Marta de Blas Mayordomo.

El presidente Manuel Rodiño agradeció a la directiva por su apoyo para realizar importantes obras durante su gestión.

Se entregaron medallas conmemorativas a los socios con más de 25 años en el Club.

Este año el máximo galardón, la distinción del premio «Quijote» fue otorgado a el jefe de la oficina laboral de la embajada de España Don Julio Olmos Lablanca.

El distinguido premio que otorga el Club Español todos los años reconoce a personas o instituciones, en el país o en el exterior, que sean acreedoras a nivel cultural, científico, socialo político, vinculadas con la colectividad española o que hubieren configurado un aporte en beneficio de la misma.

La Junta Directiva del Club Español, en su sesión del 23 de junio de este año, por unanimidad, había tomado la decisión de conferir esta distinción a D.Julio Olmos Lablanca, “quien a nuestro juicio ha destacado por su iniciativa, su organización,su labor y compromiso en la organización del 1ª Congreso de la Juventud de Descendientes de Españoles, del cual hoy, todos nos sentimos orgullosos, y que ha sembrado las simientes para la integración de la juventud… La juventud de este Jefe de la Consejería, que por su empuje, todo lo que puso de sí para concretar este objetivo, y todas las expectativas de futuro que se presentan a raíz de dicho evento, lo hacen un digno acreedor de esta estatuilla”.

En el agradecimiento D.Julio Olmos destacó que «es un premio compartido ya que ha tenido el apoyo incondicional de muchas instituciones como Casa de Galicia, española, el hogar español, la comunidad valenciana, la federación de instituciones españolas,los compañeros de la conserjería de trabajo y los jóvenes.

También Julio Olmos agradeció al director general de la ciudadanía Agustín Torres Herrero, que es quien ha impulsado estos proyectos desde el año 2007 en una doble linea, la participación de los jóvenes y la incorporación de las mujeres en las directivas de las instituciones españolas».

La fiesta contó con muy buena gastronomía y fue amenizada por la «Tuna de San felipe y Santiago» que a ritmo de pasodoble saco a los invitados a bailar.

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