Desequilibrios: una cuestión de Estado.

Los dos principales líderes españoles acordaron esta semana establecer por ley un tope de 0,4% del producto interno bruto, el nivel al que puede alcanzar el desequilibrio fiscal en cualquier momento. Esto ocurrió en España durante una de las peores, sino la peor, crisis económica de su historia. Uruguay, con una de las mejores épocas de bonanza, con su economía creciendo por octavo año consecutivo, cerrará este año con un déficit fiscal cuatro veces superior (más de 1,6% del PIB)..

Luis Rodríguez Zapatero (izquierda) y Mariano Rajoy (derecha) sellaron el acuerdo con un apretón de manos. El desequilibrio fiscal es la madre de todos los endeudamientos de los países. Los gobiernos recaudan impuestos con los que financian sus gastos. Cuando los gastos son mayores que los ingresos, hay que salir a buscar financiamiento. En España se consideró el acuerdo como un refuerzo de credibilidad porque quienes tienen bonos emitidos por ese país, saben que sus desequilibrios, y su capacidad de endeudarse, tienen ahora un límite.. ¿Por qué a Uruguay le cuesta tanto autoimponerse una herramienta de este tipo, aun en épocas de bienestar? ¿Los dirigentes políticos (no importa su ideología) están confesando que rechazan cualquier cosa que les obligue a ser prolijos y cuidadosos con los dineros públicos?