Desembarco de los 33 orientales. Un día para recordar Soriano y su playa de la Agraciada
Un poco de historia… |
En 1825 el actual territorio del Uruguay se encuentra ocupado por el imperio del Brasil. Luego de la expulsión definitiva de los españoles en 1814, Artigas intenta construir la Liga Federal, uniendo la Provincia Oriental (hoy Uruguay) a las provincias argentinas de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fé y Córdoba. Pero muchas de sus ideas son ferozmente combatidas, tanto por el centralismo de Buenos Aires que veía una amenaza a su influencia sobre las provincias, como por la oligarquía montevideana que veía con muy malos ojos los repartos de tierras que Artigas hacía entre los más desposeídos. Los reyes de Portugal, aun instalados en Brasil desde la invasión de Napoleón, también temían que el ideario artiguista “contagiara” la vecina región de Río Grande do Sul.
Sucede entonces lo que era casi previsible: el ejército portugués invade la Provincia Oriental en 1816, con la absoluta pasividad de Buenos Aires y el beneplácito de los terratenientes criollos que le entregan las llaves de la ciudad al Gral. Lecor. Artigas resiste pero retrocede cada vez un poco más hacia el norte hasta abandonar la lucha en 1820 y exiliarse en Paraguay; varios de sus jefes son apresados y enviados a la cárcel de la Ilha das Cobras, y otros simplemente se ponen al servicio de Portugal. En 1821 los reyes de Portugal deciden retornar a Lisboa, pero su hijo Pedro decide quedarse en Rio de Janeiro e independizar Brasil de Portugal. En la Provincia Oriental, el Barón de la Laguna (el Gral. Lecor), ya con total dominio militar de la situación, convoca a un Congreso Cisplatino con representantes de los Cabildos y Alcaldes de todo el territorio, para determinar con quién se alinearán políticamente, El resultado, tan previsible como la entrega de Montevideo a los portugueses por la oligarquía montevideana, es la incorporación sin ninguna voz en contra de la Banda Oriental al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarves. En 1822, con la declaración de independencia de Brasil, la nueva Provincia Cisplatina pasa a depender del imperio del Brasil.
Pero desde 1822 la resistencia se había comenzado a gestar, liderada por los “Caballeros Orientales”, logia masónica independentista que había creado en Montevideo el general porteño Carlos María Alvear en 1814 y llegó a tener hasta 300 miembros. Primero se reúnen en Montevideo, y luego son forzados a emigrar a Buenos Aires. Sus objetivos eran menos sofisticados que los de Artigas, que procuraba la federación y la igualdad social. Los Caballeros Orientales solo procuraban la independencia; luego se vería la forma de gobierno, el problema de la tierra y el tipo de relación que tendrían los orientales con Buenos Aires.
El movimiento fue apoyado financieramente por poderosos comerciantes y hacendados porteños, en particular el futuro dictador Juan Manuel de Rosas. Algunos simplemente por intereses económicos, ya que el arreo masivo de ganado de la Banda Oriental hacia los saladeros de Río Grande los perjudicaba enormemente. En el caso de Rosas probablemente hubiera algo de eso pero también debió jugar, ya en ese entonces, su estrategia política antiimperialista contra Brasil.
El 1 de abril de 1825 embarcan los primeros nueve en San Isidro – al norte de Buenos Aires – con destino a la isla Brazo Largo, en el delta del Paraná. Y mientras esperan al resto de los revolucionarios cruzan una primera vez el río Uruguay para encontrarse con Tomás Gómez y dejar resuelta la provisión de caballos. Desembarcan en la noche, se desorientan, se pierden, y finalmente llegan a la estancia de los hermanos Manuel y Laureano Ruiz. Resuelto el tema de los caballos, vuelven a Brazo Largo a esperar a los demás, que llegan el 15 de abril con Juan Antonio Lavalleja, el líder de la expedición. El 18 embarcan finalmente en dos lanchones – tipo de embarcación de mucha manga habitualmente usada para carga – con la famosa bandera tricolor con la leyenda “Libertad o Muerte”. Evitando las patrullas brasileñas desembarcan el 19 de abril en la Playa de la Agraciada, en la boca del arroyo Gutiérrez. Oribe y Manuel Lavalleja – hermano de Juan Antonio – salen en la noche a la estancia de los Ruiz y regresan por la mañana con los caballos. El mismo 20 de abril llegan a la desembocadura del río San Salvador, siendo ya 80 personas, y toman Dolores en su primera acción militar. El 24 toman Santo Domingo Soriano, deciden evitar Mercedes – demasiado bien protegida por los brasileños -, y caminan hacia Montevideo. El 25 de agosto se proclamaría la independencia en Florida, aunque aun faltarían tres años y varias batallas decisivas para expulsar definitivamente a los brasileños.
Extractado de la página web Soriano