Los restos de Mario Benedetti fueron trasladados en lento cortejo, desde el Palacio Legislativo al Cementerio Central. Allí, miles de personas dieron el último adiós al popular escritor uruguayo.
Luego del sepelio, los restos de Benedetti serán conducidos al Cementerio del Buceo, donde descansarán junto a los de su esposa.
El velorio
Centenares de personas se dieron cita ayer en la sede del Parlamento para rendir un último homenaje y decir adiós a uno de los escritores más versátiles y prolíficos de Iberoamérica, fallecido el domingo en su residencia de Montevideo, a los 88 años.
Al pie del féretro se acumularon a lo largo de la fría y húmeda jornada de luto, que arrancó a las nueve de la mañana, ramos de flores y pequeños obsequios y escritos que la gente fue dejando en memoria del poeta.
Entre todos ellos, destacaron lapiceros que algunos ciudadanos dejaron para cumplir uno de los deseos del escritor, quien en una ocasión pidió que cuando él muriera no se olvidaran de su bolígrafo.
Junto a los habitantes de Montevideo también acudieron personalidades de la cultura y la política del Uruguay, entre ellos el presidente Tabaré Vázquez, que fue uno de los primeros en rendir homenaje al escritor y dar el pésame a familiares y amigos.
«Una persona como Mario nunca muere», dijo escuetamente el mandatario a los medios al salir del Palacio Legislativo. Además del presidente, también acudió el vicepresidente Rodolfo Nin y los precandidatos presidenciales de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio, de la que Benedetti fue fundador en 1971, Danilo Astori y José «Pepe» Mujica.
Benedetti fue «un pequeño gran hombre al que vamos a extrañar mucho», dijo Astori.
El cantautor Daniel Vigletti, amigo personal de Benedetti, con quien compartió escenarios en varias partes del mundo mezclando poesía y música, destacó que «fue un creador fértil y generoso, un querido maestro que desbordó géneros».
«Mario siempre fue un hombre comprometido, que se jugó por sus ideas, dentro del Uruguay y en el exilio, y defendió los derechos humanos hasta el último día de su vida», agregó.
El rector de la Universidad de la República, Rodigo Arocena, el coordinador de la principal central obrera del país, Juan Castillo, el viceministro de Educación y Cultura, Felipe Michelini, varios de sus colegas escritores y las embajadoras de España y Cuba, Aurora Díaz-Rato y Marielena Ruiz Capote, entre otros, se mezclaron con decenas de uruguayos de a pie y de las más diversas edades.
Todos, incluidos niños, querían rendir homenaje a quien fue considerado un símbolo comprometido de la literatura iberoamericana
«Vivió y encarnó la identidad igualitaria del Uruguay, pese a ser uno de los más grandes creadores que tuvo el país», dijo Arocena.
«Cuando me enteré de la noticia, me vino a la memoria una reunión que hicimos en Holanda entre uruguayos emigrados en la que Benedetti, ya famoso, nos acompañó durmiendo en el suelo en una casa prestada para hablar como uno más de los esfuerzos por recuperar la libertad y la democracia», agregó.
También, el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti del que Benedetti fue un severo opositor, afirmó en declaraciones a Efe que el poeta fue autor de «una literatura pura» que introdujo «al hombre común» como protagonista de la poesía.
Otro de los grandes amigos del escritor, el ensayista Eduardo Galeano, condensó su visión de Benedetti en una escueta línea: «Este poeta estaba lleno de gentes. Y ahora continúa en todos sus muchos queridos querientes».
Galeano, autor del célebre libro «Las venas abiertas de América Latina», insistió en no querer «palabrear» el dolor y preferir expresarlo a través del «silencio».
La muerte de Benedetti despertó pesar en escritores, músicos y políticos de todo el mundo, que destacaron sus virtudes como ser humano y no solo las literarias.
Lo más destacado por quienes tuvieron hoy palabras de elogio para el autor nacido en Paso de los Toros el 14 de setiembre de 1920 fueron su sencillez, su bondad, su lealtad a sus convicciones y su empeño en llegar a todos con su poesía.
El velatorio de Benedetti, se extenderá durante toda la jornada y hoy sus restos serán sepultados en el Panteón Nacional, ubicado en el Cementerio Central de Montevideo, donde se le rendirá un último y «humilde» homenaje.
El féretro del escritor será transportado en una pequeña caravana desde la puerta del Palacio Legislativo, hasta la que será su última morada, explicó a Efe el director de Protocolo del Palacio Legislativo, Carlos Yaffé.
La caravana partirá a las 10.00 hora local y circulará a paso de hombre por la ciudad escoltada por sindicalistas de la principal central obrera del país, la PIT-CNT, y estudiantes de la Federación de Estudiantes Universitarios de Uruguay.
Fuente: EFE
Lo invitamos a ver la nota realizada en el homenaje a Mario Benedetti en la Biblioteca Nacional de España, organizado por la Embajada de Uruguay en España, la Fundación del Sur, Centro de Cooperación Iberoamericana, y Centro Uruguayo de Madrid
Comentarios