Nuestro país ha celebrado hoy el bicentenario del inicio del proceso emancipador con espectáculos de música en varios escenarios simultaneos con una idea central, recordar la figura del prócer José Gervasio Artigas.
Abrió la celebración la banda del cuerpo de blandenguez y la de policía, desfilando por 18 de julio interpretando la cumparsita y marchas.
Durante casi todo el día, hasta bien pasada la media noche, una multitud de uruguayos colapsó la Avenida 18 de Julio, todo se desarrolló sin incidentes con un dispositivo de seguridad espectacular del ministerio del interior.
Miles de personas pasearon y alternaron durante horas entre los tres grandes escenarios sobre la avenida principal y uno en el palacio legislativo, con 23 artistas convocados para festejar el bicentenario.
Vea aquí algunas fotos captadas sobre 18 de julio por España vale.
El grupo argentino Tonolec, Las Pelotas y Él Mató a un Policía Motorizado para unirse a la fiesta uruguaya, fueron quienes abrieron los conciertos a plena luz del día. El reggae, la banda La Vela Puerca, el Cuarteto de Nos o Jaime Roos, pasando por los ritmos del brasileño Gilberto Gil, el tango de Malena Muyala o la música de Jorge Drexler era el menú musical, con un horario en cada escenario.
El punto álgido de la fiesta y cierre del mismo ha sido por parte del grupo español de teatro La Fura dels Baus. Miles de personas esperamos frente a la sede del Ejecutivo en plaza independencia para disfrutar de un show de luz acrobacias mesclado con candombe y hasta payada.
Este grupo «la fura dels Baus», alcanzó gran destaque en la apertura de los juegos olímpicos del año 1992 en Barcelona. Se definen desde el año 1984 como un grupo de teatro urbano distinto del tradicional por el uso de tecnología y recursos escénicos de última generación.
Con rayos laser, proyecciones, música, baile, figuras y estructuras colgantes que ocuparon toda la Plaza Independencia, se narró la historia del universo y luego la de Uruguay. Entre los momentos más destacados, la cuerda de tambores con «Canela», una escena de los emigrantes con la música de Jorge Drexler, y el tango la cumparsita bailado «colgados en el aire» en la propia fachada del edificio de gobierno.
Al final un gran despliegue de fuegos artificiales puso fin a la fiesta.