Sabina se ha tomado en Montevideo «El Penúltimo tren»
Con un estadio Charrúa «hasta la bandera» una vez más Joaquín Sabina comulgó con su público.
Durante casi 3 horas hizo vibrar, cantar y bailar en un espectáculo muy bien presentado.
Luces inteligentes con frases intgeligentes más buen sonido y un menú variado de canciones han justificado la inversión.
Ya en la conferencia de prensa del día anterior alguien le preguntó a Sabina cuando escribiría una canción a Uruguay.
Ni corto ni perezoso Sabina sacó de su bombín una letra que aunque todavía falta pulir y musicalizar leyó para todos.
En el recital fue uno de los puntos altos y simpáticos que el público aplaudió fervorosamente.
«Aún no la he hecho, porque Uruguay se merece… la canción más hermosa del mundo» comentó recogiendo aplausos.
“Largos años anduve ensimismado con el tango feroz del arrabal,
consciente de que un verso enamorado le debo a la República Oriental.
Decoré mi furrón de peregrino con bisutas de hebilla y hojalata,
sabiendo que el destino era un camino a la otra orilla del Río de la Plata.
La Vilariño se nos fue volando, nórdico despertó Daniel Amaro.
La murga más dolor vino arrasando, con el Pepe tan amplio y tupamaro.
Sin porteñas ganas de mal meter mil horas antes de que cante el gallo,
tarde y mal quiero aquí comprometer, mi corazón con sístole uruguayo.
Compadre de Juan Gelman, como soy, cómplice de su canto y de su quena,
puestos a celebrar algo, hoy por hoy, brindemos por la nieta Macarena.
Embustero, canalla, colchonero, Abuero sin Forlan, que miedos corro.
Segundos pero siempre los primeros, perdonen pero voy con peñarol.
Por nombrar vivitos y coleando Viglietti, Jorge Drexler, Jaime Roos.
Buen plan de vida pa, seguir tirando, uno más tantos, mucho más que dos.
Conmueve este paisito dulce y agreste que ando paladeando de a poquito,
no me parece mal Punta del Este, pero duermo en la arena de Pocitos.
Onetti, Benedetti, Galeano, Darnauchans, Zitarrosa, don Mateo,
sepan ustedes que este primo hermano, le debe un chamamé a Montevideo”
Todo terminó con bombo y platillo presentando a sus excelentes músicos.
Casi al final una frase simpática fue la siguiente:
“Montevideo es una ciudad que siempre nos hace sentir excesivamente bienvenidos. Corresponde a ustedes decidir si nos sacamos la espinita. Sólo quiero decirles que se quedarán en nuestra memoria para siempre, son el público soñado desde hace veinte años”
Casi a la medianoche el público pedía más y no se retiraba «ni de coña» hasta que «nos dieron las 10».
Como en esta ocasión no grabamos video, revivimos aquí la anterior visita a nuestro país en el 2010 en el estadio centenario.