La
Fiscalía del Tribunal Supremo ha asumido la investigación derivada de las diligencias abiertas en diciembre de 2018 por Anticorrpución para
aclarar el destino de 80 millones de euros que, según la empresaria Corinna Larsen, se habrían repartido entre otros el rey emérito, Juan Carlos I, por la adjudicación del
AVE a La Meca a empresas españolas en 2011. Esta investigación está vinculada a un
posible delito fiscal y otro de blanqueo de capitales.En una nota remita este lunes, la Fiscalía General del Estado (FGE) explica que esta investigación se centra, precisamente, en
delimitar o descartar la relevancia penal de los hechos que ocurren con posterioridad al mes de junio de 2014, momento en que el Rey Emérito dejó de estar protegido por la inviolabilidad que el artículo 56.3 de la Constitución española reconoce al Jefe del Estado.
«Resulta preciso, pues, la práctica de nuevas diligencias que afectan directamente al Rey Emérito, quien -como es sabido- se encuentra aforado ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo», añade la nota.
La fiscal general del Estado, Dolores Delgado, designó para dirigir esta investigación al fiscal de Sala de Delitos Económicos Juan Ignacio Campos, que estará auxiliado por otros tres fiscales del Supremo.
La Casa Real no se ha pronunciado sobre la decisión de la Fiscalía del Tribunal Supremo de investigar el presunto pago de posibles comisiones por la construcción del AVE a La Meca, en el que una de las personas involucradas sería Juan Carlos I, pero sí lo han hecho los distintos partidos. Desde el Gobierno solo recuerdan que la justicia es igual para todos, mientras que en Unidas Podemos sí que han entrado de lleno en el fondo de la noticia. En Twitter, su portavoz Pablo Echenique dice que la corona no puede ser una pantalla para enriquecerse y delinquir y anuncia que volverán a pedir una comisión de investigación en el Congreso. El mensaje del PP es de defensa de la monarquía y respeto a la desiciones judiciales y el de Vox pone en duda el trabajo del Ministerio Público porque, aseguran, está al servicio del Gobierno.
A la espera de la comisión rogatoria
Fuentes de la fiscalía Anticorrupción han señalado a Europa Press que la decisión se ha adoptado a pesar de que este departamento no ha recibido aún el resultado de la comisión rogatoria remitida a Suiza hace ya varios meses solicitando información sobre este asunto, si bien se ha tenido en cuenta que, al aceptar las peticiones de información que podrían afectar a Juan Carlos I, era mejor que el asunto se residenciara ya en el departamento fiscal al que correspondería finalmente la causa en el caso de que ésta fuera judicializada.
Las finanzas del Rey Juan Carlos llevan años bajo sospecha, si bien a mediados del pasado mes de marzo, apenas decretado el estado de alarma por pandemia de COVID-19, este asunto volvió a primera línea informativa tras diversas informaciones publicadas en la prensa suiza y británica, provocando que la Casa Real anunciara que Felipe VI renuncia a la herencia que podría percibir de su padre y suspendiendo su asignación anual.
Se abrieron diligencias en 2018
La apertura de la pieza 5 del ‘caso Tándem’ o ‘caso Villarejo’ en el verano de 2018 fue la que hizo que se empezaran a investigar judicialmente posibles comisiones ilegales o la existencia de testaferros tras la difusión de una serie de audios grabados en 2015 por el comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo en una conversación con el empresario Juan Villalonga y la examiga de Don Juan Carlos Corinna zu Sayn-Wittgenstein.
Durante esa conversación, grabada en Londres, ella afirmaba que el Rey emérito había cobrado comisiones por la negociación de la adjudicación a una UTE española de las obras del AVE a la Meca y señalaba a la mujer de un difunto traficante de armas como la encargada de repartirlas.
La pieza 5, conocida como ‘Carol’, se cerró provisionalmente en la Audiencia Nacional sólo dos meses después debido a la falta de pruebas y a la inviolabilidad de la que gozaba Don Juan Carlos en el momento de los hechos por ser jefe del Estado. Desde que abdicó en Felipe VI, el exmonarca es aforado ante el Tribunal Supremo.
A pesar del archivo de esta pieza, el juzgado dio traslado a la Fiscalía Anticorrupción para investigar la adjudicación del AVE a la luz de aquellos audios, pues en la conversación se identificaban tanto el contrato como personas, importes y posibles mordidas en una información que se complementaba con «otros documentos hallados» durante la instrucción judicial.
Presuntos delitos de cohecho y corrupción en las transacciones
El Ministerio Público abrió entonces diligencias secretas, que se encargaron a un fiscal diferente a los titulares del ‘caso Tándem’, por la sospecha de presuntos delitos de cohecho y de corrupción en las transacciones comerciales internacionales por parte de las empresas adjudicatarias.
Era una fase de investigación previa en el departamento dirigido por el fiscal Alejandro Luzón, si bien a la vista de que los hechos pueden acabar implicando a un periodo de la vida de Juan Carlos I en la que éste no goza de inviolabilidad penal, se ha optado por remitirlo a la Fiscalía del Supremo, órgano que sería el competente en investigarle si se apreciaran indicios y el caso terminara judicializándose.
Una «donación» del Rey emérito en 2012
En el marco de estas actuaciones, el encargado del caso ha interrogado a Shahpari Zanganeh, la esposa del traficante de armas Adnan Khashoggi, por ser la supuesta encargada del reparto de comisiones en la operación de adjudicación del AVE, así como a la propia Corinna, en calidad de testigo, en septiembre de 2019.
En esa ocasión, la empresaria alemana puso en conocimiento de los investigadores españoles, según explicó su abogado, «los hechos limitados de los que tiene algún conocimiento», pues asegura que apenas tiene datos y que lo que sabe llegó a ella a través de terceros, pues no participó en la operación.
La empresaria ha reconocido, a través de un comunicado enviado por sus abogados, esa transferencia, pero la enmarca en una donación del Rey emérito en el año 2012 como «regalo no solicitado» para ella y su hijo por el «cariño» que les tenía. Así, la desvincula de las supuestas comisiones por la adjudicación del AVE a la Meca, pues insiste en que no participó en los acuerdos que llevaron a este contrato.
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