La lidia entre la bestia y el hombre desde siempre traen polémicas.

Sabido es que en nuestro país no se practica la fiesta de los toros, es que ni siquiera se lo plantean porque se sabe que no sería bienvenida.
Pero, otra cosa ha sido siempre las tradicionales domas, talvés porque se entiende que es una lucha más pareja y que no se mata al animal, solo se le somete a obedecer.
En estos días en la que la tradicional fiesta gaucha se trasmite por televisión los detalles de mal trato salieron a relucir en un acto en el que el caballo se tiró al suelo y para que se pusiera de pie los gauchos le aplicaron fuerza bruta y hasta un puntapié en la cara al animal.  Eso desató una crítica generalizada de todo el público que asistió al ruedo y también de las asociaciones de protección animal.
En la puerta del ruedo hoy se han visto estas manifestaciones de repudio al mal trato animal, y ahora hasta se cuestionan las famosas «espuelas» que se le clavan al caballo para domarlo.

 

 

 

Cabe indicar la presencia de activistas apostados en una de las entradas como también integrantes de Acción y Reacción apoyando y compartiendo constantemente este proceder han puesto un manto de «cuidado» a los domadores.  El Sr. Fernando González, Director de Eventos, nos informó que el tropillero que propició los golpes al caballo fue llamado atención y que se estudiará una posible sanción a ser aplicada y la prohibición a participar en futuros rodeos.

 

Un niño levantando las «crines» perdidas por un potro en la doma no pasa desapercibido ante nuestra cámara, pero tampoco la emoción de un domador al dar la vuelta de honor en premio al haber permanecido esos 20 segundos espectaculares sobre el lomo del potro.

La vuelta de honor es el mayor premio  a los gauchos que realmente arriesgan sus vidas por ese aplauso general.

 

 

En este caso el domador es argentino y lleva ambas banderas como muestra de gratitud al público uruguayo por su aplauso.