El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha informado de que durante las primeras horas de este martes se han localizado más de un centenar de movimientos sísmicos en la isla canaria de La Palma, uno de los cuales ha sido de magnitud 3,9 y se ha detectado en el municipio de El Paso. Este movimiento, sentido por la población, se ha localizado a las 06.00 horas a una profundidad de 9 kilómetros. También se han detectado otros tres de 3,1 de magnitud. Por primera vez, los temblores se han sentido en el municipio de Tazacorte, con un movimiento a sólo cuatro kilómetros de profundidad.
Precisamente el Plan Especial de Protección Civil y Atención a Emergencias por Riesgo de Volcánico (PEVOLCA) de Canarias activó el lunes por la tarde el semáforo amarillo (el segundo nivel de alerta en una escala de cuatro) en la Cumbre Vieja de La Palma debido al aumento de movimientos sísmicos, aunque no se observa un incremento del riesgo para la población. Lo hizo después de que el Instituto Geográfico Nacional (IGN) registrara ese día más de un centenar de movimientos sísmicos en la isla, localizados en su mayoría en los municipios de Fuencaliente y Mazo.
En total, desde el pasado sábado y hasta el lunes se habían registrado en La Palma casi1.600 pequeños seísmos con epicentros a profundidades de entre ocho y 13 kilómetrosy magnitudes que ha ido en aumento en las últimas horas: el lunes, uno de 3,4 y este martes, el señalado de 3,9.
La Consejería de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias ha reunido este lunes al Comité Científico del Pevolca para valorar la situación y ha acordado activar el plan especial en Fuencaliente, Los Llanos de Aridane, El Paso y Mazo, así como el cambio del semáforo de nivel verde a amarillo (alerta) para esos cuatro municipios.
En un comunicado, el Gobierno de Canarias recuerda que el Pevolca establece un semáforo volcánico como sistema de alerta a la población basado en cuatro colores en función del riesgo: verde, amarillo (alerta, se comienza a informar a la población), naranja (alerta máxima, se detectan femómenos preeruptivos) y rojo (emergencia, hay una erupción en curso). En el amarillo se intensifica la información a la población, las medidas de vigilancia y la monitorización de la actividad volcánica y sísmica.
El Comité Científico informó de que desde 2017 se viene registrando una actividad sísmica anómala en el sur de La Palma, que desde el verano de 2020 se ha incrementado con la detección de ocho «enjambres sísmicos» (series de terremotos concentrados en un mismo lugar).
El último, que comenzó el pasado sábado día 11, ha sido el más intenso, tanto por el número de sismos cuyos epicentros se han podido localizar -más de 400 hasta la mañana del lunes, según el Instituto Volcanológico de Canarias, Involcán-, como por su magnitud.
Además, el Comité indicó que la profundidad de los seísmos, que hasta ahora había oscilado entre los 20-30 kilómetros, ha disminuido hasta los 12 kilómetros durante este enjambre.
