En el marco de los festejos del centenario del Partido Socialista, Joan Manuel Serrat ha presentado en Montevideo su recital «Hijo de la Luz».
Un comienzo con insertidumbre debido al amenazante temporal, una vez comenzado el espectáculo comenzó un torrencial chaparrón que hizo que Serrat dejara de cantar, pidiera disculpas y se retirara del escenario.
Los paraguas se abrieron, algunas personas se retiraban y hasta parecía que se suspendería todo. Diez minutos después el cielo se abrió y hasta las
estrellas tímidamente comenzaron a pedir que Serrat volviera a escena.
Con el aplauso general «Nano» regresó y dio gracias a los dioses por permitirle continuar, comenzó a hacer bromas sobre el «otro yo» que todos llevamos dentro.
«Tarres»»Serrat» como el le llama a su conversación con sigo mismo arrancó risas en el público que ya se había comenzado a secar y cerrar sus paraguas definitivamente.
Aquí comenzó en realidad su comunicación, ya que la primera hora había estado marcada por un cante distinto muy socialista y de canciones para pensar, no tan conocidas por nuestra gente.
Los primeros acordes de «Mediterraneo» han sido la conección perfecta y sensación que todos querían sentir. Como si se tratara de algo muy calculado, Serrat fue
intercalando bromas, anécdotas, glosas y fundamentando lo que vendría de su garganta privilegiada, hasta lograr una comunión perfecta con su público.
Presentó a sus excelentes músicos, le cantó a «Esos Locos bajitos» un tema en catalán dedicó a la colectividad y a los uruguayos de allá y finalizó subiendo la cuesta con «Fiesta».
Nuestra mirada al público nos permitió ver caras conocidas de la colecividad, autoridades de la embajada y políticos, el único que falto con aviso ha sido Eduardo Galeano a quien Serrat le mandó saludos y que se mejore de su gripe.
Aunque pasados por agua, hemos disfrutado una vez más del talento de un grande de España, Vale!!!
Comentarios