Urkullu mejora su resultado, aunque tendrá que volver a pactar para gobernar
- Eh Bildu se consolida como segunda fuerza, mientras el PSE le arrebata el tercer puesto a Podemos
5 min. El PNV ha ganado las elecciones vascas de este 12J con el 39,20% de los votos y 31 escaños, tres más de los que obtuvo en 2016, según el resultado provisional con un 96,31% escrutado. El actual lehendakari, por tanto, tendrá que volver a pactar para poder gobernar al no alcanzar la mayoría absoluta, situada en los 38 escaños.
EH Bildu repite como segunda fuerza en la Cámara vasca con el 27,75% de los votos y sube tres escaños respecto a los 18 que consiguió en las pasadas elecciones, dejando al PSE-EE como tercera fuerza después de que haya alcanzado los 10 escaños con un 13,64% de los votos.
Le siguen en número de diputados Elkarrekin Podemos, que bajaría de los 11 obtenidos en 2016 a los 6 con el 8,03% de los votos, y la nueva coalición PP+Cs, que ha obtenido 6 escaños con el 6,76% de los votos, mientras que Vox, de momento, obtendría un escaño por Álava con el 1,96% de los votos.
Urkullu podría reeditar su pacto con el PSE
Todas las encuestas auguraban una victoria al PNV con una mejora en los resultados de hace cuatro años, algo que finalmente se ha confirmado con el resultado de una votación tras el que llega el turno de las negociaciones. Si, como es previsible, Urkullu reedita su pacto con el PSE, que también ampliado el número de escaños, lograrán una mayoría absoluta holgada que les permitirá gobernar con estabilidad.
Nacionalistas y socialistas, que gobiernan las principales instituciones vascas en coalición, repetirían así una fórmula que han mantenido en el Gobierno Vasco durante cerca de catorce años: la pasada legislatura y entre 1986 y 1998, con un breve paréntesis en este periodo.
Desde hace 40 años, el PNV ha ganado en todas las elecciones autonómicas, incluso en las de 1986, tras su escisión, en las que se impusieron en número de voto aunque el PSE-EE le superara en escaños.
EH Bildu se consolida como segunda fuerza
EH Bildu se consolida en estas elecciones vascas de 2020 como segunda fuerza política, un puesto que ha ocupado en las dos últimas legislaturas.
Las distintas marcas de la izquierda abertzale, Herri Batasuna, Euskal Herritarrok, el Partido Comunista de las Tierras Vascas y EH Bildu, se han presentado a todas las elecciones vascas excepto a las del 2009 tras su ilegalización por la Ley de Partidos.
El PSE-EE le arrebata el tercer puesto a Elkarrekin Podemos
Los socialistas vascos han logrado mejorar su posición en el Parlamento Vasco y convertirse en tercera fuerza, rentabilizando su coalición con el PNV en el Ejecutivo autonómico, las diputaciones forales y los ayuntamientos de las tres capitales.
En cambio, la coalición de Podemos y Ezker Anitza-IU ha perdido fuerza en las elecciones de este domingo y no ha podido mantenerse como tercera fuerza, posición que se ganó en 2016, cuando concurrió por primera vez a unos comicios al Parlamento Vasco e irrumpió con 11 escaños.
Es posible que la crisis vivida en el seno de Podemos Euskadi con la elección de Miren Gorrotxategi como candidata a lehendakari, la dimisión de la dirección autonómica del partido y la salida de Equo de la coalición les haya pasado factura.
PP+Cs no logra como coalición mejorar el resultado del centro derecha
Los dos partidos que representan a la centroderecha constitucionalista en Euskadi han vuelto a concurrir juntos en estas elecciones, después del acuerdo alcanzado por el PP y Ciudadanos, pero la coalición que forman –PP+Cs– no ha logrado el resultado que su candidato, Carlos Iturgaiz, esperaba.
Los populares han ido perdiendo apoyos en las autonómicas desde hace 19 años, pero además podría haberles perjudicado la situación interna vivida tras la destitución de Alfonso Alonso como candidato y su posterior dimisión como presidente del partido.
Vox, que presentó candidatos en las cuatro provincias gallegas, aunque ninguno como candidato a presidir la Xunta, no ha pasado del 2% de los votos en la primera vez que se presentaba a las elecciones gallegas, pese a la intensa presencia en la comunidad gallega del presidente del partido, Santiago Abascal, y otros dirigentes destacados, como Javier Ortega Smith e Iván Espinosa de los Monteros.
El resultado no ha sido ninguna sorpresa para Ciudadanos, que sabía que tenía muy difícil obtener escaños en el Parlamento gallego, y ha sufrido un fuerte retroceso desde el 3,38% y los más de 48.000 votos que obtuvo en 2016. Ahora, la candidatura de Beatriz Pino no ha llegado a las 10.000 papeletas y se ha quedado con el 0,72% del total de apoyos.