.Puntos principales
El debate sobre lo actual concepto de galleguidad nace de la intención del Gobierno de promover un nuevo texto legislativo que sustituya a la Ley de Galleguidad, del año 1983. La propia diáspora ha solicitado una revisión del texto, incidiendo en que se reflejen aspectos nuevos, como dar voz a las generaciones de jóvenes –algunos ya nacidos y nacidas en el extranjero- y a las entidades que no tenían este reconocimiento.
Como cuestión clave de fondo, se ha debatido en este X Consello sobre la fusión de centros. Muchos de ellos languidecen, por su tamaño o dispersión, o por la falta de relevo generacional. La Xunta quiere, en la medida en que las propias entidades lo demanden, ayudar en el proceso de preservación y mejora de su legado material e inmaterial, razón por la que ve con buenos ojos la colaboración estrecha entre aquellas que pasan más dificultades para su continuidad. En este aspecto, y sin embargo, hace falta recordar que los centros gallegos de la diáspora son entidades privadas, no pertenecen a la Administración.
Otro asunto de creciente importancia en el debate de la diáspora, y de sumo interés para el Ejecutivo gallego, es la internacionalización de mercados como salida comercial para las empresas de la Galicia territorial, y la posible colaboración de los centros y casas de Galicia en esa labor. El papel del empresariado gallego en el Exterior fue, y esperamos que sea en el futuro, fundamental para el desarrollo económico de los países donde se afincaron, pero también de la Galicia territorial. En el pasado supusieron una importante aportación de recursos, y ahora pueden convertirse en un puente de comunicación estratégico entre las y los inversores del Exterior y las y los emprendedores gallegos y gallegas.
Ayuda a los más desfavorecidos
Por último, pero no menos importante, el aspecto socio asistencial resurge como uno de los puntos de atención fundamental en las preocupaciones compartidas entre las Comunidades Gallegas y la Xunta. Consciente de la situación de extrema precariedad de muchos gallegos emigrados hace años, especialmente en algunos países de Latinoamérica, el Gobierno gallego compromete su apoyo a este colectivo, a pesar de la reducción de recursos y a la difícil situación económica actual. Se mantendrán o se incrementarán –en la medida de la disponibilidad presupuestaria de cada momento- los programas y ayudas de asistencia social y sanitaria básica para las gallegas y los gallegos en situación de mayor precariedad, residan donde residan.
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