El Govern balear abrirá un refugio para turistas en el Parque Nacional de Cabrera en 2014

 

El Govern de les Illes Balears tiene previsto permitir la apertura de un refugio para visitantes en el Parque Nacional de Cabrera (al sur de Mallorca) a lo largo del año 2014, según anunció este miércoles el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company.

El grupo ecologista GOB ya ha mostrado su rechazo a la iniciativa porque, argumentan, abre la puerta a otros usos de los espacios protegidos que suponen una presión sobre los recursos naturales.

 

El objetivo es, según el Ejecutivo balear, «permitir que los ciudadanos que no dispongan de embarcación puedan pernoctar en el parque». Hasta ahora, y según el Plan Rector de uso y Gestión (PRUG), pasar la noche en el parque solo estaba permitido a los pescadores incluidos en el censo, en su propio barco amarrados, en casetas o en el refugio de pescadores.

 

También a las personas que acuden al archipiélago protegido en una embarcación -sin inodoro-, que amarran, bien en el puerto, bien en las 50 boyas nocturnas habilitadas para ello.

 

El futuro edificio para visitantes del parque, que se añadiría a la red de 13 refugios del Ibanat (dependiente de la Consejería de Agricultua, Medio Ambiente y Territorio balear), sería la primera instalación de estas características de la Red de Parques Nacionales, donde se puede comprobar en su central de reservas que tan solo las Islas Cíes cuentan con un cámping.

 

Habilitación de un antiguo edificio

 

Según ha indicado a RTVE.es la directora general de Medio Natural, Educación Ambiental y Cabio Climático, Neus Lliteras, la nueva instalación estará en un edificio ya existente, de 12 habitaciones (24 plazas).

 

«Hace medio año vivían en ese edificio unas 30 o 35 personas que estaban haciendo tareas de construcción que dormían y generaban residuos y no pasaba nada», ha comentado Lliteras, quien cree que con la llegada de nuevos visitantes «no tiene por qué pasar nada».

 

El refugio estará en un edificio ya existente de 24 plazas

 

Aunque ha apuntado que aún tienen que comprobar si necesitan licencias de actividad o salidas de emergencia, entre otros, tienen previsto hacer una encomienda de gestión a Tragsa, el holding de empresas de la SEPI que ya gestiona el Centro de Interpretación del Parque Nacional de Cabrera en la Colònia de Sant Jordi (Mallorca), desde abril de este año.

Lliteras ha apuntado que la encomienda estará dotada con unos 200.000 euros, que es la cantidad que ha obtenido la consejería por el cobro de las boyas nocturnas. Por ese importe, ha señalado la directora general, Tragsa tendrá que gestionar las boyas marinas, el refugio, la tienda que tendrá material del parque a la venta, el museo es Celler -ubicado en Cabrera, que reabrió en 2012 después de cinco años de cierre-, actividades de buceo y nuevos itinerarios guiados por la isla de 15,69 km2.

 

Temor ante una posible privatización

 

Desde el Área de Conservación del Grup d’Ornitologia Balear (GOB), Toni Muñoz ha señalado que esta iniciativa abre los espacios protegidos a otras actividades con «finalidades comerciales que no tienen por qué coincidir con las directrices de conservación«.

Así, ha considerado, que aunque sea una empresa pública como Tragsa la que ahora gestione el centro de visitantes y las instalaciones de Cabrera, la «intención real es privatizar servicios«.

 

La intención real del Govern es privatizar los servicios del parque

 

En este sentido, ha apuntado que el personal que está previsto que gestione el parque, 33 personas en temporada alta (ocho más que en 2013) y 23 en temporada baja (dos más que este año), no son suficientes para hacer vigilancia marítima, tanto de día o de noche -la posible pesca furtiva es nocturna- o la vigilancia adicional que necesitará el refugio.

Preguntada por la posibilidad de que la dotación de personal del parque de Cabrera pudiera ser insuficiente, la directora general Neus Lliteras ha manifestado que «lo gestionará Tragsa y ellos pondrán los medios necesarios«.

 

Posible cambio de legislación y presión ambiental

 

Toni Muñoz ha subrayado que el PRUG, que solo permite que haya un máximo de 300 visitantes simultáneamente en Cabrera, no hay ninguna edificación que contemple uso de visitantes. A este respecto, la directora general ha afirmado que no es necesario cambiar el PRUG para que sirva de refugio, aunque tienen previsto modificarlo para otras actuaciones, como obligar a que la reserva de boyas se haga 48 horas antes.

Por otra parte, el miembro del GOB ha criticado la «presión medioambiental» que se puede generar sobre Cabrera. «La isla necesita agua, que se lleva desde Mallorca, necesitará más mantenimiento, limpieza y por tanto, más trabajo del personal, que ya está por debajo de lo que había hace unos años», ha defendido.

 

Así, ha rematado: «Cabrera está doblemente aislada, no tiene recursos naturales para que haya un aprovechamiento sostenible. Si lo cargas con esta presión turística durante las noches se pone en peligro la sostenibilidad de este espacio».

 

Lliteras ha explicado que los visitantes no podrán ir a las zonas de uso restringido, sino solo por los itinerarios marcados y que tendrán que cumplir las normas de uso de la red de albergues balear. «Las normas de uso serán iguales que en el resto de refugios y también se tendrán que cumplir en Cabrera», ha indicado.

 

Por último, Muñoz ha reprochado que en la última reunión, hace dos meses, del patronato del Parque Nacional de Cabrera, formado con una representación de la sociedad civil, no se comentara absolutamente nada sobre los planes de abrir un refugio. «Era el lugar para plantearlo y en ese caso, haber reclamado los estudios de impacto medioambiental pertinentes», ha comentado.