El Parlamento se vistió de gala para entregar la Medalla a la emigración gallega
Feijóo: “Los grandes cambios en Galicia no se explican sin el binomio que forman la emigración y la democracia”
La entrega de las Medallas del Parlamento de Galicia a la emigración gallega sirvió al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para reivindicar la importancia de este fenómeno social, tanto en la vida parlamentaria de la comunidad como en el desarrollo de la democracia. “Los grandes cambios que experimentó Galicia en las últimas décadas no se explican sin el binomio entre la emigración y la democracia”, dijo el presidente autonómico, en su discurso de esta mañana en el Pazo do Horreo, ante los representantes de los galardonados con la Medalla del Parlamento en este año 2019 y los invitados, que abarrotaron el Salón de los Reyes para arropar con su presencia al conjunto de la diáspora gallega.
En presencia del presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, y de las autoridades civiles, militares y religiosas que acudieron al acto, Feijóo aseguró que la emigración permite a los gallegos “recuperar el orgullo” perdido y que la democracia permite “desplegar las energías escondidas y relacionarnos con los demás pueblos de España, Europa y el mundo”.
Al igual que en sus últimas intervenciones ante la diáspora, el titular del Gobierno gallego reivindicó la “democracia representativa” en un momento en el que “es atacada o discutida por fuerzas de diferentes signos”, y elogió las virtudes de este sistema, que permite “rectificar” cuando se cometen errores, frente a los regímenes autocráticos, que solo pretenden imponerse.
El presidente autonómico felicitó al presidente del Parlamento gallego, así como a la Mesa por poner el acento de las Medallas de este año en la diáspora gallega, a la que reconoció su labor y su sentido democrático desde los primeros tiempos, puesto que “agrupar a los gallegos en una cámara representativa viene de lejos”, dijo. Desde el principio, los gallegos se agruparon en instituciones para parlamentar, para hablar, y “siempre hubo parlamentos gallegos allí donde había una comunidad emigrante”, puntualizó el máximo dirigente gallego.
Es por eso que los gallegos fueron capaces de construir “pequeñas democracias espontáneas en las que crearon un nuevo orgullo de ser gallego” en aquellos lugares que ‘conquistaron’. Fue una “conquista pacífica de territorios”, utilizando como únicas armas “el trabajo y la inteligencia”, por lo que ni el atraso, ni el minifundismo, ni la incapacidad en la que se sumió Galicia durante siglos “formaba parte de nuestra genética”, puso de relieve el presidente.
El presidente puso el acento en la “globalización” que caracteriza el comportamiento de la emigración gallega desde siglos atrás, por lo que aseguró que el fenómeno de la globalización “lleva el sello de Galicia”, pero “desprovista de rasgos negativos”, aseguró, porque los gallegos “no necesitan desarraigarse para formar parte de la sociedad que los acoge”, sino que se incorporan a ella, “sin olvidar su procedencia”, recordó.
Feijóo refrendó sus palabras haciendo alusión a la canción con la que el recientemente fallecido Alberto Cortez rindió homenaje a su abuelo, emigrante gallego, y dio cuenta de su ‘morriña’ y de su sentido de integración, y al respecto aseguró que “los gallegos podemos aunar diferentes entidades” y que, gracias a ello, los que emigraron “se convirtieron en factor decisivo en el desarrollo de muchos países en los que se instalaron”.
Por todo ello, “somos un imperio singular, en el que no existe emperador, ni súbditos, ni colonia, y en que gallegos de todos los hemisferios formamos una hermandad”; “somos un imperio en el que tampoco se pone el sol”, porque “son minoría los estados del mundo en el que no había algún gallego”, dijo Feijóo, quien destacó que un estudio reciente reconoce que hay 137 naciones en todo el mundo donde reside algún compatriota. Por eso, “el mundo entero es nuestra casa”, puntualizó el presidente, antes de finalizar su discurso, en el que nombró a todas las entidades que fueron merecedoras de la Medalla del Parlamento de Galicia este año, en representación de toda la Galicia del exterior. En especial, se dirigió al presidente de la Hermandad Gallega de Venezuela, Roberto González, para recordarle que, en momentos de crisis como el que está viviendo el país, la Galicia territorial “no se olvida nunca de los gallegos”.
El presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, aseguró, durante la entrega de la Medalla del Parlamento a los miembros de la Comisión Delegada del Consello de Comunidades Galegas en representación de la emigración, que la emigración gallega se enfrenta actualmente a “un reto antes nunca conocido” y que es “preservar su legado material” y “mantener viva su memoria inmaterial, pero igual de valiosa”.
Santalices explicó que esto supondrá un esfuerzo para que se puede contar con “las segundas y terceras generaciones de gallegos”. “Sirva esta Medalla del Parlamento de Galicia, que representa a la totalidad del pueblo gallego, para apoyar y alentar a los protagonistas de esta tarea titánica”, aseguró.
El presidente del Parlamento también recordó la “deuda impagable” de Galicia con la emigración con variantes en el ámbito económico, en lo social, en lo cultural y en tantos otros.
En el ámbito ecónomico, Santalices recordó las remesas de dinero que “permitieron redimir foros, comprar tierras e inmuebles, construir a arreglar casas y explotaciones, implantar negocios o mecanizar el campo”.
En cuanto a la dimensión social de la emigración, Santalices destacó el contacto de los emigrados “con nuevas formas de vida, fundamentalmente de carácter urbano y la toma de conciencia respecto a la importancia de la educación y la formación como vías de progreso”. Una nueva perspectiva que, según recordó el presidente del Parlamento, sirvió para llevar a cabo actividades filantrópicas en diferentes lugares.
Santalices también recordó que “muchos de los personajes de nuestra cultura pasaron buena parte de sus vidas fuera de Galicia territorial, donde dieron formas a obras destacadas de la literatura y del arte gallego”. En la dimisión cultural de la emigración, Santalices destacó el impulso que dio a la Real Academia Galega y al himno gallego, así como infinidad de libros.
El presidente del Parlamento también destacó que los que tienen las responsabilidades públicas tienen la responsabilidad y el compromiso “de trabajar sin desmayo y seguir creando las condiciones adecuadas para que emigrar sea solo, ahora y en el futuro, una opción voluntaria y nunca una obligación casi ineludible”.
El retorno también estuvo presente en el discurso de Santalices, quien explicó que hay que seguir alentando “el retorno de los descendientes de nuestros emigrantes, retornados con los que compartimos valores, cultura, idioma y sentimientos, siempre garantía de una integración efectiva”.
Santalices, que durante su intervención recordó palabras de Castelao y de Suárez Picallo, recordó que “la emigración gallega es un movimiento de dimensiones inconmensurables, protagonizada por no menos de dos millones de paisanos nuestros y solo superada en magnitud por la irlandesa”. “Creo no equivocarme –dijo– al afirmar que ni una sola familia gallega se libró de la emigración porque este fue un fenómeno transversal que afecto a todas las clases sociales, aunque su incidencia fuese inversamente proporcional al nivel de renta”.
Acto de gala
El Salón de los Reyes del Pazo do Horreo se vistió de gala en la mañana de este sábado para conceder la Medalla del Parlamento 2019 a la emigración gallega. Autoridades de la Cámara y del Gobierno autonómico, arropados por otras personalidades, entre las que destacaban diputados, senadores, cargos civiles y diplomáticos arroparon a los 14 integrantes de la Comisión Delegada del Consello de Comunidades Galegas que recogieron el galardón en nombre de todos los gallegos que se vieron obligados a abandonar su tierra rumbo a ultramar o a Europa, o dentro incluso del propio territorio nacional.
Miguel Santalices, como máxima autoridad del Parlamento, y Alberto Núñez Feijóo, como jefe del Gobierno de la Xunta, presidieron este acto, al que también asistieron ex cargos de emigración de la Xunta y del Gobierno central, como Aurelio Miras Portugal, único conselleiro de Emigración del Gobierno autonómico y ex director general de Migraciones, e Ildefonso de la Campa, quien le sustituyó en el cargo. También acudieron a la cita Santiago Camba, ex secretario xeral de Emigración, y el actual delegado de la Xunta en Buenos Aires y Montevideo, Alejandro López Dobarro.
Representantes de la emigración gallega y ex dirigentes de entidades de la diáspora, como Ramiro Vieto o Manoel Carrete, figuraban entre los invitados a este acto en el que la emigración cobró protagonismo para dejar constancia del sacrificio de todos aquellos compatriotas que se vieron obligados a abandonar su tierra para abrirse camino en un ambiente distinto, a veces incluso hostil, y al que se vieron obligados a adaptarse durante años.
La Medalla del Parlamento de Galicia se entrega cada 6 de abril a aquellas entidades o personas que hayan contribuido a resaltar los valores de Galicia y del pueblo gallego. A propuesta del presidente, Miguel Santalices, la Mesa del Parlamento aprobó por unanimidad reconocer este año los valores de la diáspora gallega y dejarlos plasmados para siempre con este reconocimiento en la memoria de toda Galicia: la territorial y la de fuera.
José Ignacio Paz, por el Centro Gallego de Salamanca; Eduardo Méndez, por la Unión de Sociedades Galegas de Cataluña (UAGALCAT); Raimundo Otero, por el Lar Gallego de Sevilla; y Pilar Rodríguez, de la Agrupación Hijos de Galicia en Sestao, en representación de los centros repartidos por toda España.
Por Europa, Marisa Sotelo, por el Centro Cultural Gallego de Cuxhaven, en Alemania; José Gil Doval, de la Asociación Cultural ‘As Xeitosiñas’ de Zürich, Suiza; Nicolás Miño, del Centro Gallego de Londres; y Álvaro Moreira, de Xuventude de Galicia-Centro Gallego de Lisboa.
En el área de América, Sergio Toledo, por la Sociedad Cultural Rosalía de Castro de Cuba; Beatriz Carballo, de la Asociación Civil Hijos del Ayuntamiento de Zas; Rita Mariña, por la Unidad Gallega de los Estados Unidos; y Jesús Amorín, del Centro Pontevedrés Social y Deportivo de Montevideo.
Además, como miembros natos, recogieron la medalla, por la Hermandad Gallega de Venezuela, Roberto González; y por la Casa Galicia de Montevideo, Alberto Iglesias.
Previamente al acto de entrega de la Medalla, los miembros de la Comisión Delegada firmaron en el Libro de Honor de la Institución.
como siempre España vale nos trae noticias de toda España q aqui pasan sin darnos cuenta como esta entrega de medallas a emigrantes un felicitaciones una ves mas para Españavale