Fallecimiento de Andrés José Ferreira Lago – Q.E.P.D.

Mariela dice:

Hasta la vista amigo

Manuel Pombo dice:

Lo conocí en una etapa de las Olimpiadas de la Liga que se jugó en el Polideportivo del Centro Gallego hará 10 años , fue de esas personas que te caen muy bien con el primer intercambio de palabras
Y a partir de allí coincidimos muchísimas veces y era un placer verlo, siempre con su simpatía extraordinaria , realmente lo lamento muchísimo Qepd

Jorge Saizar dice:

Q.P.D. Pésame para toda su familia tantos amigos españoles y uruguayos demostraron el dolor de tan apreciada persona.
Apreciamos en este momento el profundo dolor a su esposa Carmencita, sus hermanas Áurea y María, e hijos Andrés y Rossana.

Anónimo dice:

Que descanse en paz

Anónimo dice:

Te recordaremos siempre con mucho amor 💘 💕

Mario Corrales dice:

Antonio Garcia de Searez
6 de mayo a las 11:28 ·
ANDRES FERREIRA, MI PANADERO Y AMIGO..
Durante algunos años, Andrés fue el panadero de mi barrio, aquí en Villa Dolores. Y cuando abría la mañana, a pesar de mi negativa aceptarlos, me traía a casa una bolsita de bizcochos recién horneados. Hace unos años que Andrés cambio de barrio y de profesión, lo que motivó que tan sólo nos veíamos esporádicamente, en los aniversarios del Centro Pontevedrés, del que Andrés fue un digno Presidente. Hoy me dicen que Andrés ha muerto. Justo cuando el mes de abril cerraba sus días, Andrés cerraba sus ojos. La noticia de su óbito me la dio Mario Corrales, ese periodista noble y empírico que es ante todo, buena gente y un profesional como la copa de un pino.
Ya hacía algún tiempo que Andrés Ferreira, que había nacido en Mosende, “terra de muiños” en O Porriño de Pontevedra, iba por la vida con la muerte como vecina inmediata. Esa vecina siniestra que machaconamente le hurgaba con rabia las paredes de su cuerpo. Y Andrés llegó hasta donde fue capaz. Hasta que se derrumbó el edificio de su existencia, sin dramas ni gestos patéticos. Incluso ha elegido un día verde y húmedo de esta tierra uruguaya que siempre llevaba en los hondones del alma.
Pero Andrés, también nos dio a todos un ejemplo de cómo debemos morirnos, ya que nadie se prepara para decir adiós. Pensamos que la medicina lo cura todo, sin darnos cuenta que somos de ida y vuelta y que no estamos preparados para lo inevitable.
Nos ha dejado después de tantas virtudes forjadas en el Consejo de Residentes y en el Hogar Español de Ancianos, que era como su casa y a la que quería con ese primor de un orfebre antiguo, y que ahora se nos va enfriando su sonrisa franca, abierta y familiar en las alegres romerías llenas de bullicio y alegría..
Querido Andrés, ahora que quiero pergueñar unas líneas en tu recuerdo, no sé cómo empezar, porque leo y releo las lágrimas en forma de letras que vierten tantos amigos en facebook, llenas de franqueza y de dolor, mientras el cielo se vuelve sombrío y lluvioso, lleno de frio, como un llanto del cielo..
Recuerdo aquella noche cuando, como Presidente del Pontevedrés, tenías que decir unas palabras, justo tú, que eras el don de la discreción, y entonces nos cruzamos las miradas y me preguntaste como podrías explicarle a los comensales lo que era “la morriña”.. Es como una enfermedad del alma, te dije casi sin pensar.. Diles que es un recuerdo imborrable de todo lo nuestro. Algo que el tiempo no supera jamás…. Y allá te fuiste, y lo explicaste tan dulcemente que la sala reventó en emocionados aplausos..
Lo recuerdo ahora que tus cenizas duermen baja la tierra que te dio cobijo, bienestar y pan y que ahora necesita alimentarse con tus huesos..
Aristóteles le recordaba a Alejandro: ..” no olvides que eres mortal”.. Es que todos Andrés, tenemos marcado el camino. Un camino que termina en la paz de los cementerios. Pero siempre queda la nube del misterio para que no se empañe el recuerdo de los que fueron “bos e xenerosos”
Hoy Andrés, la morriña eres tú… TONI