• El nuevo rey ofrece «una monarquía renovada para un tiempo nuevo»
  • La Corona, señala, debe tener una «conducta íntegra, honesta y transparente»
  • Felipe VI jura «guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes»
  • Tras el acto, los reyes y sus hijas recorren las calles de Madrid

Felipe VI ha jurado la Constitución como nuevo rey de España en su proclamación ante las Cortes reunidas en sesión solemne en el Congreso de los Diputados. El hasta este miércoles príncipe de Asturias ha jurado «desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas». El nuevo monarca ha arrancado su reinado con un discurso en el que ha defendido una España «unida y diversa» en la que «cabemos todos» y ha ofrecido una «monarquía renovada para un tiempo nuevo»Una Corona que debe observar «una conducta íntegra, honesta y transparente».

El desafío soberanista de Cataluña se ha convertido en uno de los ejes principales del primer discurso del rey, en el que ha defendido el papel de la monarquía parlamentaria y ha incidido en la necesidad de que los ciudadanos «recuperen y mantengan la confianza en sus instituciones», sin olvidarse del drama del paro y de las víctimas del terrorismo.

Felipe VI ha asegurado que inicia su reinado «con una profunda emoción por el honor que supone asumir la Corona, consciente de la responsabilidad que comporta y con la mayor esperanza en el futuro de España«.

«Caben todas las formas de sentirse español»

Felipe VI ha expresado su deseo de una España «en la que no se rompan nunca los puentes de entendimiento» ante un auditorio en el que se encontraban presentes todos los presidentes autonómicos, incluido el catalán, Artur Mas, en pleno debate sobre la consulta soberanista y con el diálogo roto entre Gobierno central y la Generalitat.

Los sentimientos no deben nunca enfrentar, dividir o excluir

El rey ha subrayado que cree en una «España unida y diversa, basada en la igualdad de los españoles, en la solidaridad de los pueblos y en el respeto a la ley, cabemos todos; caben todos los sentimientos y sensibilidades, caben todas las formas de sentirse español«.

 

Los sentimientos, ha añadido el nuevo monarca, «no deben nunca enfrentar, dividir o excluir, sino comprender y respetar, convivir y compartir». En ese sentido ha hecho un llamamiento a «trabajar juntos» cada uno con «su propia personalidad y enriqueciendo la colectiva» porque «una nación no es solo su historia», sino que es también un «proyecto integrador, sentido y compartido por todos, que mire al futuro».

Defensa de todas las lenguas de España

Felipe VI ha incidido en que España es «una nación forjada a lo largo de los siglos de historia por el trabajo compartido de millones de personas de todos los lugares de nuestro territorio».

El rey ha aprovechado su discurso para defender todas las lenguas del Estado como la «mejor expresión» de la convivencia histórica de «tradiciones y culturas diversas» que han enriquecido a «todos sus pueblos».  Un «patrimonio común» que debe ser objeto de «especial objeto y protección», ha añadido el rey citando a Antonio Machado, Espriu, Aresti o Castelao.

De hecho, el nuevo monarca ha cerrado su intervención dando las gracias en las cuatro lenguas del Estado: el castellano, el catalán, el vasco y el gallego.

Spain's new King Felipe VI and his wife Queen Letizia appear on the balcony of the Royal Palace in Madrid

Una corona íntegra, honesta y transparente

El rey ha defendido el papel de la monarquía parlamentaria por «su neutralidad política y vocación integradora», pero ha incidido en la necesidad de que, más allá de las exigencias que recoge la Constitución para la Corona, esta debe observar «una conducta íntegra, honesta y transparente». Solo preservando la «dignidad de la institución» y preservando su «prestigio» podrá ganarse el «aprecio, el respeto y la confianza» de los ciudadanos.

La Corona debe observar una conducta íntegra, honesta y transparente

Solo de esta manera puede ser «acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones». Felipe VI ha incidido en que los ciudadanos reclaman que los «principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida pública«. En este sentido, el rey tiene que ser «no solo un referente sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de todos los ciudadanos».

Felipe VI ha incidido en este aspecto en un momento en el que accede al trono con la institución de la monarquía suspendida por los ciudadanos, según el CIS, y en medio del escándalo del caso Nóos, en el que están imputados en este momento su cuñado Iñaki Urdangarin y su hermana la infanta Cristina.

Felipe VI, que se ha definido como «un rey constitucional», ha señalado que encontrarán en él «un jefe de Estado leal y dispuesto a escuchar, comprender, a advertir y a aconsejar y también a defender siempre los intereses generales». Un rey que respetará la separación de poderes del Estado, incluida la independencia del Poder Judicial.

«Deber moral» de acabar con el paro

Felipe VI se ha detenido también en su discurso en el problema del paro con cerca de seis millones de desempleado a los que ha querido transmitir su «cercanía y solidaridad». El nuevo monarca ve como un «deber moral trabajar para revertir esta situación» y un «deber ciudadano» atender a los más vulnerables

A la vez ha querido lanzar un «mensaje de esperanza», sobre todo a los más jóvenes, «de que la solución de sus problemas y en particular la obtención de un empleo, sea una prioridad para la sociedad y el Estado«.

El hasta ahora príncipe de Asturias ha tenido también palabras para las víctimas del terrorismo. «La victoria del Estado de Derecho, junto a nuestro mayor afecto, será el mejor reconocimiento a la dignidad que merecen».

Homenaje al rey Juan Carlos y la reina Sofía

Uno de los momentos más emotivos del discurso del nuevo rey se ha producido al principio de su mensaje cuando visiblemente emocionado ha recordado la figura de don Juan Carlos, que no ha asistido al acto de proclamación. «Mi padre manifestó que quería ser rey de todos los españoles. Y lo ha sido», ha señalado Felipe VI, que ha señalado que «nos convocó a un gran proyecto de concordia nacional que ha dado lugar a los mejores años de nuestra historia contemporánea».

Mi padre manifestó que quería ser rey de todos los españoles

Felipe VI ha hecho extensivo su homenaje a toda la generación que bajo el «liderazgo» del anterior rey y con el «impulso protagonista del pueblo español construyó los cimientos de un edificio político que logró superar las diferencias que parecían insalvables, conseguir la reconciliación de los españoles, reconocer a España en su pluralidad y recuperar para nuestra nación su lugar en el mundo».

También ha tenido palabras para la reina Sofía, que sí que estaba presente junto a la infanta Elena, para agradecerla como reina de España «toda una vida impecable al servicio de los españoles».

El nuevo rey ha acabado su discurso citando a Cervantes en boca de don Quijote: «No es un hombre más que otro si no hace más que otro». «Yo me siento orgulloso de los españoles y nada me honraría más que, con mi trabajo y mi esfuerzo diario, los españoles pudieran sentirse orgullosos de su nuevo rey«.

El nuevo rey jura la Constitución

La proclamación del rey ante las Cortes ha arrancado con el juramento de la Constitución tras el que ha sonado el himno de España antes de que Felipe VI tomara la palabra. El nuevo monarca ha jurado «desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas», según la fórmula que recoge la propia Carta Magna en su artículo 61.1.

El nuevo rey, desde la publicación este jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la ley de abdicación sancionada por don Juan Carlos este miércoles en el Palacio Real, ha realizado el juramento ante un facsímil de un ejemplar histórico de la Constitución Española de 1978, firmado por el anterior monarca y los presidentes de las cámaras constituyentes y ante la corona y el cetro de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional, símbolos de la máxima representación de la monarquía española.