En los últimos años ha comenzado a criarse una nueva raza vacuna en Uruguay, llamada «Rubia Gallega».

En los establecimientos ganaderos propiedad de españoles, esta novedad ya no lo es tal, dado que ellos son quienes han importado semen de Galicia y han nacido aquí animales que llegan a pesar hasta cerca de 500 kilos y se continúa inseminando con éxito.

Hemos estado en el establecimiento -Virgen del faro- presenciando como se palpaban y vacunaban las vacas ya inseminadas comprobando que todas estaban preñadas.

En unos pocos meses los terneros llegarán a pesar 300 o más hilos. La razón es que esta raza tiene características especiales y se desarrollan mucho más.

Morfología

La rubia gallega o (roja en gallego), tiene un formato proporcionado, tórax profundo, largo y arqueado; dorso y lomos anchos, planos y musculados y los muslos, nalgas y piernas, convexos.

El esqueleto es robusto, fuerte y bien desarrollado. Todas estas condiciones coinciden con la conformación generalmente de los animales especializados en producción cárnica.

El color fundamentalmente es el pelirrojo,  o canela (el término rubio en gallego tiene el mismo étimo que rubor en castellano, indicando un color rojizo).

Las mucosas son rosadas y las pezuñas y los cuernos de color claro, desde el blanco rosáceo el castaño, con algún obscurecimiento en las puntas, su peso es de entre 450 y 500 kilos característica típica de esta raza de vaca productora de carne.

 

Historia de la raza

Entre los años 1840 y 1892, el desarrollo económico surgido en Inglaterra  a raíz de la  revolución industrial  generó un mercado ganadero más favorable a Galicia que el tradicional mercado castellano.

Este comercio con Inglaterra se realizaba directamente a través de los puertos de La Coruña, Carril y Vigo, e indirectamente a través de Portugal por los pasos fronterizos de La Guardia, Tuy, Salvatierra de Miño, Pontebarjas, Verín y Cambados; una vez en Portugal, el ganado era enviado a Inglaterra a través del puerto de Oporto.

Los puertos gallegos también tenían comercio con Gibraltar y otros puertos mediterráneos. Esta circunstancia condicionó, según estos autores, que Galicia fuera la única región de España que tenía un importante comercio de ganado vacuno con Inglaterra, de forma continuada, además del comercio que seguía manteniendo con Castilla.

Sin embargo, en marzo de 1892 se suspendió definitivamente el comercio con Inglaterra (Sánchez García, 1978), como resultado del desarrollo de los barcos frigoríficos y la creación de nuevas vías comerciales con Norteamérica y Argentina, suponiendo un gran quebranto económico para numerosas familias gallegas.

La producción de terneros precoces y finos exigió entonces la necesidad de mejorar la vaca rústica y la selección de los sementales. La solución adoptada fue la de introducir otras razas para mejorar la rubia gallega.

Así, durante los siglos XIX y principios del XX, se sucedieron las importaciones de sementales de las razas Durham, Angus, Hereford, Pardo suizo, Simmental, etc., con lo cual se produjo la pérdida de la unidad racial.

El Primer Congreso Agrícola y Ganadero celebrado en España, tuvo lugar en Lugo en 1906. En él se estableció la necesidad de realizar una selección científicamente dirigida. En 1916 Rof Codina publicó una monografía en la que se estudia la raza rubia gallega distinguiendo dos variedades: de los valles y de la montaña.

En el año 1933 la Dirección General de Ganadería publicó el ‘Reglamento Oficial de Libros Genealógicos’ y se estableció el estándar de la raza rubia gallega.

Extractado Información de Wikipedia-