Como ya saben, este sitio WEB está al servicio del colectivo español, y se podría decir que cuenta con muchos corresponsales, (todo el que quiera). Por esa razón, nos ha hecho llegar nuestro amigo Manuel Losa por intermedio de Ximena Armand-Ugon el siguiente material que es realmente digno de ser compartido con todos.

Excelente experiencia vivida en el Hogar Español el domingo 26, celebrando el Día del Abuelo, atrasado
Luego de palpitar con los abuelos el partido de River Argentino, los chicos de la Banda Irmandade (y alguno no tan chico) comenzaron a compartir su música con ellos.
Tímidamente y con sus lentos pasos, los abuelos se fueron sumando al salón, primero como simples oyentes y luego bailando junto con los integrantes del grupo Parrandeiros y disfrutando del «don» de la música de transportarlos, no solamente a su tierra natal, si no también a su juventud.
Mezclados con los invitados a tal punto que, hubo que recordarles a los «jóvenes» espíritus de los abuelos, los años de sus físicos. Un momento de mucho «calor humano» en un frío día de invierno, tanto, que ya los jóvenes están pensando el la fecha para volver. Porque el «día del Abuelo» es «todos los días».

Aún que fui participante igual quiero expresar que mereció la pena el esfuerzo de los jóvenes al concurrir allí. La expresión y actitud de niños de cuatro o cinco años de los residentes… ¡lo valió todo! Con el frío que hacía esa tarde pensé que irían como máximo cinco o seis muchachos de «Irmandade» y Parrandeiros do Val», para mi sorpresa fueron unos quince. Y al terminar dijeron… ¿cuando volvemos? Esta es una actitud muy valorable de estos jóvenes del Valle Miñor.