Anoche ardió el caldero de la queimada en el centro Ourensans.
El gran brujo «Suso» con una «coraza» especialmente traída desde tierras gallegas y secundado por las brujas de siempre, dijo el conjuro mágico mientras una multitud esperaba anisiosa el brebaje.
La «Coraza» está hecha con paja y era usada para protejerse de la nieve y el frio en en la montaña. Como éste es un rito con mucho fuego, hubo que tomar precauciones y poner cerca la protección para el presidente  Jesús Vázquez, (o bruxo Suso).
A esta tradición ancestral se le atribuyen facultades curativas y se afirma que, tomada tras la pronunciación del conjuro, funciona como protección contra maleficios, además de mantener a los espíritus y demás seres malvados alejados del que la ha bebido.
Ya el sabio Benito había colocado los ingredientes en el caldero, el aguardiente y el azúcar, a los que generalmente se les añade: cascara de limón o naranja. Hay quien le añade unos pocos granos de café sin moler, y dependiendo de la costumbre local y de forma independiente, trozos de manzana, uvas o algún otro ingrediente.