• La investigación histórica y antropológica permite concluirlo a los investigadores
  • «Son muchas las coincidencias y no hay discrepancias», dice Exteberría
  • Admiten que «no se puede hacer una verificación matemática» como da el ADN
  • El proyecto se inició hace un año y en 2016 es el IV centenario de su muerte

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huesosIncertidumbre y huesos deteriorados

«No hay más, no hay una verificación ni una confirmación absolutamente de nada», ha insistido ante los periodistas el director de esta fase, el forense Francisco Etxeberria, quien asegura que no puede precisar cuánto tiempo será necesario para saber si entre los restos hallados -muy deteriorados– se encuentran los del padre del Quijote, fallecido en 1616.

«Los antropólogos están todavía estudiándolo, todo lo que os diga ahora puede cambiar cuando se vea con más calma», ha respondido la antropóloga García Rubio cuando los periodistas le han pedido detalles acerca de los restos óseos y a cuántas personas podrían pertenecer.

No obstante, con los primeros análisis ya se han descartado «algunos cuerpos casi enteros» que no pueden ser del escritor porque «no se corresponden a la edad», pero, tal y como ha apuntado Etxeberria, en el nicho que atesoraba la tabla queda «mucho hueso destruido» y procede analizarlo con una «rutina ordinaria».

Acumulación de enterramientos

«Es verdad que alguna de las cosas que hemos visto no es Cervantes, y eso lo hemos revisado y apartado», ha puntualizado el forense, quien ha puesto como ejemplo que se han encontrado restos de niños y de mujer.

Además de restos óseos y la tabla, en el nicho donde han aparecido las iniciales se han encontrado también tejas, arena, restos de ladrillos y otras tablas, lo que parece indicar que allí se colocaron restos de otros enterramientos anteriores.

De hecho, una de las sorpresas de los investigadores ha sido descubrir que en la cripta del convento de las Trinitarias hay más enterramientos de los que en un primer momento se pensaba.

«Lo que estamos viendo es que había muchos enterramientos; esto ha estado en uso mucho tiempo con lo cual la tarea de investigación histórica está en curso, esto acaba de empezar y ya veremos», ha revelado la antropóloga.

Treinta especialistas y dos iniciales

Y en el conjunto de la cripta -«no digo en el nicho concretamente en este nicho, pero en el resto», ha apuntado Etxeberria- los forenses y arqueólogos han recuperado restos de textiles y calzado, y «algunos de los cuerpos tienen vestimenta».

«En el plano antropológico todavía no tenemos ningún avance: pueden ser muy interesantes las dos letras, ya lo comprendemos, pero hay que continuar la tarea», ha añadido el forense, quien ha admitido que los investigadores están «emocionados en este instante» pero aún deben «seguir mirando».

De hecho, han explicado que van a seguir revisando el resto de puntos de enterramiento de la iglesia, tanto las sepulturas -«mínimo hay siete» y solo se han abierto las dos primeras- y los nichos restantes. «Estamos empezando», ha zanjado la arqueóloga Almudena García Rubio, quien asegura que por el momento «no se contempla hacer el análisis de ADN«.

Una treintena de arqueólogos, forenses, técnicos e historiadores trabajan en este «proyecto nacional» que aúna ciencia y cultura para recuperar los restos del escritor, fallecido en 1616, precisamente cuando se cumple el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte del Quijote, y a un año del 400 aniversario de su muerte.

rdan que los trabajos de identificación «acaban de empezar»

  • Una treintena de técnicos trabaja en la extracción de restos óseos
  • Han aparecido las iniciales M.C. en un nicho de la cripta de las Trinitarias
  • Los responsables no contemplan hacer el análisis de ADN

Tras retirar los escombros de la cripta de la iglesia de las Trinitarias de Madrid, donde se cree que pudo ser enterrado Miguel de Cervantes, el equipo que busca los restos óseos del escritor ha reanudado este sábado los trabajos e intenta descartar que, además de los nichos de las paredes, haya alguno más en el suelo.

Los expertos que buscan a Miguel de Cervantes comenzarán este sábado a analizar las sepulturas que el georadar ha localizado en la cripta de la iglesia madrileña de las Trinitarias: 36 nichos en la pared y de cuatro a ocho tumbas bajo tierra, estas últimas halladas de forma inesperada cuando se estaba limpiando el lugar para trabajar.

El equipo, liderado por el antropólogo forense Francisco Etxberria, el historiador Fernando de Prado y el investigador Luis Alvial, empezará descifrando las inscripciones de las tumbas que tienen lápidas, cuyos mensajes permanecen ocultos bajo una capa de yeso que tendrán que retirar. «Un punto de partida muy importante es investigar los nombres de las personas allí enterradas», ha explicado Alvial.

Posteriormente, tras una pequeña perforación para introducir la cámara, se grabará el interior de los nichos. El objetivo es comprobar si los restos que albergan podrían corresponderse con los del escritor: un varón de 69 años, con artrosis en la columna vertebral, lesiones en el brazo izquierdo -las que sufrió en la batalla de Lepanto- y seis dientes en la boca mal alineados. Si encuentran algo «interesante», exhumarán los restos.

tumbaMás de 20 expertos

En esta segunda fase intervendrán más de 20 profesionales, entre ellos arqueólogos, médicos forenses, historiadores…, así como expertos en conservación de momias y textiles, pues, según una crónica anónima, el cadáver de Cervantes se enterró con un sayal de San Francisco y una cruz de madera en su mano derecha.

Para ello cuentan con un presupuesto de 50.000 euros, y estiman que tardarán en torno a tres semanas, incluso menos. «En 15 días tenemos que responder si los esqueletos son de hombre o mujer y la edad», ha precisado Etxeberria.

Todos los relatos históricos dicen que nunca se le sacó de allí

El antropólogo ha defendido que este proyecto «es una tarea que había que hacer» y ha argumentado que «todos los relatos históricos dicen que nunca se le sacó de allí». «Si lo encontramos nos alegraremos y si no, seguiremos buscando», ha afirmado.

Una cripta de 60 metros cuadrados

Alvial ha explicado que tras ser localizados con el georadar, los especialistas tendrán acceso al 95% de los enterramientos que hay en el convento.

En la pared de la cripta se han numerado hasta 36 nichos, aunque se cree que los tres superiores no fueron utilizados. El yeso cubre las inscripciones de las lápidas, pero los trabajadores ya han podido desvelar una de ellas. Corresponde al capellán Baltasar Martínez, fallecido en 1746.

Etxeberria ha explicado a los medios que la cripta, que tiene una dimension de diez por seis metros, es bastante grande para el tamaño que tiene las iglesia, por lo que «sería raro» que hubiese enterramientos en otra zona del templo. «Por eso le damos importancia», ha dicho. No obstante, ha matizado que de no encontrarlo allí, buscarán en otras zonas.

Asimismo, el hallazgo de las nuevas tumbas en el subsuelo de la cripta amplía el abanico de posibilidades para encontrar al escritor. Este se produjo durante las tareas de limpieza, pues hasta entonces la madera que había puesto una editorial para guardar allí sus libros cubría toda la superficie.

Al levantarlo descubieron las sepulturas. «Una de ellas estaba rota y había restos humanos», ha explicado durante la rueda de prensa en el Ayuntamiento de Madrid una de las arqueólogas de la investigación. Esta experta ha señalado que el criterio que siguen no es buscar a Cervantes, sino analizarlo todo y «salir de allí sin dudas«.

Lo encuentren o no, «lo que es seguro» es que los restos del autor de El Quijote «nunca se van a sacar de este convento», ha concluido Etxeberria.

Así lo ha explicado a Efe el georradarista Luis Avial, que ha accedido esta mañana a la cripta de esta iglesia, de unos 70 metros cuadrados de base y que se encuentra a cinco metros de profundidad, y en cuyas paredes ya se han localizado una treintena de nichos.

El regreso de los investigadores a la iglesia de Las Trinitarias, considerado Bien de Interés Cultural, ha tenido un parón de varios meses por trámites administrativos y el periodo navideño, tras lo que se inicia ahora esta nueva fase del proyecto.

Dirigida por Avial y el forense Francisco Etxebarría, en esta segunda fase de la búsqueda del autor del Quijote trabajarán una treintena de especialistas en intervención arqueológica, infografía y fotorradar, análisis antropológico de los restos y estudio de textiles.

Entre ellos se encuentra el alpinista Asier Izaguirre, que se encargará de, si es necesario, introducir en algún nicho el cableado de las microcámaras.