Hemos transitado con éste grupo de viaje, por uno de los pueblos más bonitos y mejor conservados de España. Se dice que «Santillana del mar» es la ciudad de las tres mentiras, porque no es santa, ni es tan llana ni tiene mar. Pero sin embargo es el lugar más visitado de Cantabria, y no es para menos, razones tiene de sobra.
En este lugar vivian muchas familias de la nobelza castellana, como por ejemplo el Marquéz de Santillana. Las casas mantienen en sus frontispicios los blasones de esas familias adineradas.
Su principal atracción turística es una iglesia que data del siglo XII de estilo románico, llamada «La Colegiata». Allí se encuentran los restos de santa Juliana, que le han traído a través del mar para darle sepultura.
La capilla sistina del arte prehistórico, Altamira
A dos quilómetros de Santillana del Mar se encuentran las cuevas de Altamira, sus pinturas rupestres nos hacen retroceder en el timpo hasta 18.500 años antes de cristo.
Estas cuevas permanecen cerradas al público para poder conservarlas, por lo que se ha hecho una réplica exacta en cartón piedra en el museo de Altamira para poder apreciar la belleza de sus pinturas, (bisontes en los techos de la cueva).
Es interesante resaltar que estas cuevas fueron descubiertas por casualidad por un padre y su hija en el siglo XIX, que se encontraron con esta maravilla totalmente preservada en el tiempo de los antepasados más remotos de nuestra humanidad .